Realiza tareas que se extienden a lo largo de todas las fases de un proyecto de rehabilitación de viviendas con acceso a subvenciones de acuerdo al Real Decreto mencionado más arriba.
Entre sus funciones destacan:
- Solicitud de las subvenciones. Este profesional conoce todos los requisitos y plazos para solicitar las ayudas para la rehabilitación de viviendas y es capaz de ponerlos en marcha y gestionarlos con el objetivo de obtener el mayor porcentaje de subvención posible. La creación de esta figura se enfoca en evitar retrasos y potenciales “cuellos de botella” que pueden aparecer en la tramitación de Fondos Europeos.
- Elaboración de documentación técnica requerida e informes de rehabilitación.
- Gestión de trámites burocráticos, tanto en torno a la rehabilitación como para la obtención de subvenciones.
- Deber en el cumplimiento de los plazos y la ejecución de las medidas de rehabilitación acordadas.
- Compromiso en la búsqueda del mejor sistema para la eficiencia energética. Se encargará de estudiar la mejor solución para cada proyecto, en un momento de importante impulso de los SATE o Sistema de Aislamiento Térmico Exterior sostenible.
- Coordinación en todas las fases del proyecto y partes implicadas, incluyendo comunidades de propietarios y el resto de beneficiarios.
Una actuación de rehabilitación en fachada está especialmente en sintonía con los proyectos de rehabilitación amparados por las subvenciones europeas y el parque de vivienda actual en España.
Es más, entre las ayudas a la rehabilitación de viviendas se presta especial atención a la envolvente térmica de los edificios.
Mediante la instalación de paneles aislantes, se logran importantes ahorros en consumo energético (que pueden ir hasta un 60%) garantizando asimismo el confort térmico.
Teniendo en cuenta que los SATE también suponen la toma de decisiones ajustadas a cada proyecto (por ejemplo, si elegir paneles aislantes de lana mineral o poliestireno EPS), el agente rehabilitador de nuevo toma protagonismo.